Desde Josep Llorens i Fills, como expertos embajadores del jamón, te hablamos sobre la posibilidad o no de congelarlo. ¿Cuántas veces te ha pasado que has comprado o te han regalado más jamón del que podías comer? Sigue leyendo y averigua si es buena idea o no congelar este producto, ya sea jamón ibérico o jamón serrano.

Congelar el jamón ibérico, ¿sí o no?

Aunque puede ser una tentación, lo cierto es que no debes congelar el jamón serrano. A diferencia de otros embutidos (que sí pueden congelarse y consumirse más tarde), el jamón se elabora mediante procesos naturales delicados para que tenga el aroma, textura y sabor que le caracterizan. Por esto, no es un producto apto para congelación casera, pues la cadena de frío no es la correcta.

Si bien podrías congelarlo y el jamón se mantendría durante más tiempo, cuando decidieras descongelarlo y consumirlo, este habría perdido sus propiedades y características principales, que son las que hacen que te decantes por el jamón ibérico y no por cualquier otro embutido.

Lo más recomendable para mantener el producto en buen estado es que lo tengas en un lugar fresco, seco y a temperatura ambiente. Sin embargo, puede ser que quieras llevártelo de viaje porque vas a vivir fuera un tiempo o, por cualquier otro motivo, necesites mantener sus propiedades el máximo tiempo posible. En este caso, te aconsejamos la posibilidad de envasar el jamón serrano al vacío. De esta forma, no estará en contacto con el aire y tardará mucho más en estropearse. Además, es la manera más efectiva para conservar sus propiedades.

En definitiva, desde Josep Llorens te desaconsejamos el congelado de este alimento, ya sea ibérico o serrano. Es mejor que compres la cantidad que vayas a consumir y te asegures siempre de la excelente calidad del producto.