En Josep Llorens trabajamos para conseguir los mejores productos. A la hora de criar un buen cerdo ibérico, la dehesa juega un papel fundamental. En ella los animales pueden pastar con total tranquilidad, hacer ejercicio y obtener los nutrientes necesarios para un desarrollo adecuado. Solo así podemos conseguir un producto de primera calidad.

La dehesa y su papel fundamental

Se trata de un ecosistema propio de la península ibérica, el cual deriva del bosque mediterráneo. Lo encontrarás principalmente en la zona suroeste, las comunidades de Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Madrid. Los árboles que componen principalmente este paisaje son la encina, el alcornoque, los quejigos o el fresno. De entre todos, la encina es el más conocido y casi representa la personalidad de este ambiente.

No obstante, la mayoría de estos árboles pertenecen a la familia Quercus, los cuales producen bellotas. Si eres un amante del buen jamón, sabrás que este fruto es fundamental para la alimentación del cerdo ibérico. Junto a esto, el cerdo también se alimenta de las hierbas y leguminosas que crecen a los pies de los árboles.

Uno de los principales beneficios que plantean estos ecosistemas es, precisamente, la alimentación. Los cerdos obtienen todos los nutrientes que necesitan, lo cual contribuye a que se desarrollen de forma óptima. Además, disponen de un espacio para que campen a sus anchas, en el que disfrutan de una total tranquilidad y en el que se pastorean sin mayores dificultades. Gracias a las dehesas puedes degustar jamones de una calidad insuperable.

En definitiva, en Josep Llorens buscamos ofrecerte los mejores productos, lo que nos lleva a cuidar de todos los detalles. Gracias a las dehesas podemos criar cerdos saludables, sin los cuales no obtendríamos un jamón ibérico de primera calidad. Sin este ecosistema único no conseguiríamos nuestros objetivos.