El jamón ibérico es el mejor representante de la gastronomía española. Sería impensable para cualquier tipo de celebración no incluir esta delicatesen entre los platos servidos. Pero ¿qué lo hace tan especial? ¿Es bueno para la salud? A continuación, descubrirás los secretos saludables mejor guardados del jamón ibérico.

Curiosidades del jamón ibérico y la salud

La sal, solo un mito del jamón ibérico

La cantidad de sal en el jamón ibérico no es excesivamente alta. De hecho, este alimento se incluye en muchas dietas bajas en sal elaboradas por nutricionistas profesionales. Un buen jamón curado solo contiene un 1% de sal. Otra cosa muy diferente es utilizar salmuera, ya que deteriora el jamón y le daría un sabor demasiado fuerte.

Fuente de vitaminas y minerales

La ingesta regular de este alimento suministra el 45% del hierro recomendado para hombres y el 23% en mujeres. Además, no solo podemos decir que el jamón aporta hierro, sino que también es fuente de cinc, potasio, calcio, fósforo, magnesio y de numerosas vitaminas, entre las que destacan las del tipo B.

Esto es especialmente importante durante la pubertad, ya que las vitaminas B1, B2, B3 y B6 contribuyen a que nuestros sistemas inmunológicos y nerviosos funcionen correctamente, mejoran nuestro rendimiento energético y crean nueva masa muscular.

Es cardiosaludable

Su alto contenido en ácido oleico, presente en el aceite de oliva, hace que los niveles de colesterol disminuyan en la sangre. De esta manera, también disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiacas. ¡Cuántas veces hemos oído decir que el cerdo es un olivo con patas!
Fuente de juventud

Los últimos estudios han destacado su contenido en vitamina E y la presencia del mineral selenio, ambos indispensables para la regeneración celular. Las reacciones antioxidantes están estrechamente ligadas a procesos de antienvejecimiento, tan importantes para retrasar o evitar la aparición del Alzheimer o del Parkinson.

Consume jamón ibérico, consume salud.