Como amantes del jamón, en Josep Llorens queremos ayudarte a conocer todos los secretos que intervienen en la creación de uno de los productos más deliciosos de nuestra gastronomía. Al igual que en la cocina, donde los buenos ingredientes son fundamentales en el resultado final, en el mundo de los embutidos, la materia prima es determinante.
A continuación, te contamos más sobre el cerdo duroc, la única especie con la que se puede mezclar el ibérico para conseguir la denominación de origen y sus diferencias con la raza autóctona.
¿En qué se caracteriza la raza de cerdo duroc?
Aunque el nombre de la raza no es muy conocido, este tipo de cerdo se importó desde Estados Unidos en los años sesenta y, desde entonces, su carne es utilizada y apreciada para la elaboración de jamones y otros productos cárnicos de nuestro país.
La principal característica de la raza duroc es la infiltración de grasa en su carne, que afecta a sus propiedades organolépticas, con unos productos más jugosos y sabrosos que los de otras razas de cerdo blanco.
Como consecuencia de sus propiedades, su carne es la que más se asemeja a la de cerdo ibérico, con un sabor y textura tan similares que se admiten ejemplares mezclados al 50 % en la DO de jamón ibérico, y también se utilizan en la fabricación de jamones serranos de altísima calidad.
La diferencia más sustancial la encontrarás en la composición lipídica de ambos ejemplares. Las grasas del cerdo ibérico son más cardiosaludables que las del duroc, pero la mezcla de ambas especies permite producir crías fuertes que crecen más rápido.
Ahora que ya conoces las diferencias, cuando visites la web de Josep Llorens u otros fabricantes de jamones sabrás que los jamones serranos de la raza duroc te proporcionarán un sabor y una calidad excelentes.
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